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lunes, 30 de julio de 2012

Perdidos en Barcelona con Stone Roses

Dominando la Razmatazz
Desde la tensión del aeropuerto con los puñeteros vuelos de Ryanair, ya veía que aquel era un dia especial, un dia marcado por el devenir de una trayectoria como oyente musical muy marcada por las influencias de mis amigos musicales. Entre ellos se encuentra Antonio Gil y alli estabamos en el aeropuerto degustando la primera cerveza con una aparente calma sobre lo que nos iba a acontecer.
Desde adolescentes estábamos deseando ver un concierto de los Stone Roses grupo que junto a los Smiths, The church, los Charlatans o Happy Mondays nos unieron musicalmente hasta la eternidad.
un cocktail especial
Con una entrada comprada desde meses antes y cargados de ilusiones, alli estabamos en Barcelona con el tiempo justo para conversar con mi prima Gala y su novio Agustin sobre muchas cosas mientras nos tomábamos un coktail de gin tonics en un excelente y algo caro bar de San Antoni. Ya por la tarde, nos encaminamos al barrio de la sala Razmatazz en la que nos estrenabamos los 2 y de la que nos llevamos una decepción con su sonido. Allí nos esperaba mi gran amigo Dani que hizo de anfitrión secundario, como en las buenas películas, haciéndonos pasar un buen rato viendo resumenes de la eurocopa y tomando algunas cervezas bien frias. Previo paso por un bar freakie sobre la serie perdidos que a mi amigo Antonio le flipó, nos encaminamos a encontrarnos con nuestro destino musical, un viaje hacia un Manchester disfrazado de sala de conciertos barcelonesa.
Dos amigos y un destino
Y paso lo que deseabamaos, sonaron los acordes, algo inpuntuales de I Wanna be adored que me hicieron transportarme hacia mis inocentes 14 años cuando escuchara ese discazo debut del grupo. Alli estaban los 4 magníficos desplegando un concierto memorable trufado de hits incostestables que forman parte del universo indie. Desde el contoneo pop de Sally Cinnamon hasta el bailoteo Dance de I Wanna be adored, pasando por la linea de bajo de She bangs the drums y momento emotivo a la par de nuestra noche, nos desgañitamos con cada uno de los temazos del concierto. Un set de hora y media que acabaran con I am the resurrection y que cerraban la baraja de nuestro bucle sónico que empezaba en el bar Javi de Montellano en 1989 a la nada de conocernos.

i am the resurrection
Momento Algido con Elephant stone





Un sábado irrepetible que espero que pronto traiga domingos felices ;)
perdidos en barcelona